Motivación de nuestro taller

Este proyecto es fruto de una fe vivida y una pasión por el Arte de los dos pintores que forman este espacio de creación: Araceli López y Ángel Raposo.


Decía Benedicto XVI que la vía de la belleza parte de una experiencia sencilla, que suscita admiración y abre al artista un camino de búsqueda de Dios, donde se dispone el corazón y el espíritu para el encuentro con Cristo.


Algo así ha surgido entre nuestros pinceles, en nuestras pequeñas obras. Después de años de trabajo por separado, nos ha unido una búsqueda común, el encuentro y la oración a través del arte.


De este modo, nuestro trabajo está asentado en la experiencia obtenida a lo largo de los años, un conocimiento inquieto que nos hace estar vigilantes ante las nuevas formas de expresión artística (iconos con temple al huevo y cuadros al óleo). Un proyecto que nos hace mucha ilusión y del que esperamos sacar adelante con mucho ánimo y esfuerzo. Nos une en este nuevo camino el arte que es belleza, que es vida, que es fe, silencio, conocimiento, fervor… y como decía San Agustín una búsqueda insaciable de la belleza, de la verdad y del amor.

¿Qué te parece a ti como espectador? Agradeceremos tu comentario.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *